martes, 27 de enero de 2015

Soñada

Tardío llega el sueño
puente imperfecto que te acerca
otra noche, otra pena
a mí.
Otras veces te soñé triste
llorando
como la última vez que te vi.
Pero esta vez
–sabrá  la vida si fue una admonición–
nos soñé alegres
como supimos ser hace tiempo
tanto tiempo ya.

Qué risa espléndida
tan llena de vida
sin remordimientos
sembradío de futuro,
felicidad en flor.

Y es imposible no despertar
ver el mundo mío,
los libros, el polvo en los recuerdos,
el cansancio en los huesos,
y no sentir la tristeza
la nostalgia
del mundo antiguo
de los días de sol
de los domingos (no)suicidas.

¿Qué pasa que no olvido?
¿Qué pasa que rememoro?
¿Cuán cruel es mi yo dormido
que se divierte con tu sonrisa
y a mí sólo me deja
el amargo vestigio
de un sueño fragmentado?