A M. Luisa.
Que sin ser cisne o hechizo
es la perfecta Odile.
Que sin ser cisne o hechizo
es la perfecta Odile.
Y ahora no sientes nada.
Ya no sientes ni tu alma
ni tus pies, ni tus
sueños.
Porque tu alma la has
vendido
a ilusiones fatuas.
Tus pies caminan ciegos
sobre vidrios rotos;
y tus sueños naufragan
errantes y moribundos
en los ojos de ella.
Estrella taciturna
ánima en pena,
recoge la sal de tus lágrima
y has de tu tristeza
un nuevo sol.
Ángel negro, niña oscura
abre tus alas, cisne
pardo
que el futuro te aguarda
aunque no concibas tierra
sin su sonrisa, sin sus
ojos.
Que el futuro y sus hilos
que Láquesis o Átropos,
tu futuro manejan
pero ya ni vos ni ella.
Ya el futuro es desierto
ya tus lágrimas son mar
tu alma, un retazo
tu mente un vendaval.
Mas aquí te queda mi
abrazo
o un oído al cual llorar.
Te quedan mis palabras
perdidas en tu silencio
y mi tiempo
el cual libero a tu azar.