jueves, 24 de mayo de 2012

Cementerio de Palabras


Silencio.
Ese silencio que arremete
y magulla.
Ese silencio
que no es más
que palabras que no llegan
y no van a llegar,
porque ya no hay quién
les de vida.
Son palabras muertas.

Silencio,
abismo infranqueables
dolores inauditos
y desérticos silencios
cementerios de palabras,
barcos sin mástil
muerte alada
silencio.

Silencio,
abandono del amigo
desconocimiento del amigo
y vacío.
Vacío por su ausencia
vacío por su silencio,

Y ahora son gárgolas
que me contemplan
son demonios taciturnos
paranoicos, heridos
maltrechos, judas.

domingo, 20 de mayo de 2012

Locura


Locura. Un vacío inmensurable. Locura. Un abismo de locura. Océanos de tiempo. Locura. Tanto silencio. Tanto abandono. Tanta noche. Tanta locura.
Y su mirada fija.
Sus ojos, que ya no ven, encallados en su ausencia. Fijos en su presencia inexistente. Los hombres de blanco la miran. Y ella no atiende. Lo único que atiende es su locura. Su locura y su ausencia.
Su cuerpo frágil y blanco, frente a la ventana.
Y el silencio… ese silencio tan cínico y mordaz, ese silencio que envenena el alma con dolor, con noche, con ausencia y locura.
Su mirada se perdió hace tiempo. Su mirada, su voz, su alma. Todo se lo llevó él. Él que se fue y no regresó, y no regresará. Por eso llora. Y ella se quedó sin su ser, sin ella misma. Se quedó pasmada, sin el fuego de sus palabras, sin aire que respirar, sin sangre en la que vivirse, ajena en su tierra. Ajena en su cuerpo, en su mente.
Las noches y los días ya no importan, porque todo es noche. La comida y el agua ya no importan, porque todo es hambre y sed.
Y en las noches, de silencio traidor, su alma grita el nombre de él. Los hombres de blanco la miran, y a ella no le importa, porque solo le importa su mirada. Solo la luz de sus ojos, la sombra de sus recuerdos o ese sensual cuchillo, le importan ahora. Ese cuchillo que yace olvidado, en los pliegues de sus sueños. Olvidado por los hombres de blanco, pero no por ella.
Irónica broma que haya sido el cuchillo, y la mano de ella, quien los separó y que ahora los fuese a unir.
Ágil y callado, el cuchillo dibuja un camino en su cuello. Y sus lágrimas diluyen la sangre. Pero hay salvación: al final del camino está él. Todo tormento termina en su silencio. Cae su cuerpo dormido. Pobre, ella, dormida en el sueño de verlo otra vez.
Su sangre llena ese vacío inmensurable. Sus pies transitan un camino, tendido sobre el abismo de la locura. Y ya no hay silencio, porque al fin lo escucha. Él le cuestiona por qué se rindió, por qué lo apartó de ella. Ella calla, sonríe y vuelve a llorar, pero esta vez de alegría. Ya no hay tiempo porque, a su lado, el tiempo jamás existió, porque jamás les importó. Y ya no hay abandono, porque ella reposa en sus brazos. Ya no hay noche, porque están sus ojos.
Solo hay locura.

sábado, 5 de mayo de 2012

Poema 60


Un beso errante
que fue vagando
por las albas costas
de tus labios parcos
y se perdió
en la estridencia
de tu belleza.

Un beso náufrago
herido de mil batallas
que buscaba cobijo
en vos
se despidió de mi boca
partiendo a la tuya
y agonizó
entre tus ojos de miel.

Aquellos besos
que jamás llegaron
a puerto nuevo
porque jamás partieron
de alma vieja
son los besos reprimidos
y esclavos del amor.

Y aquellos besos esclavos
que claman y gritan
por su imperiosa libertad
que buscan la luz de tus ojos
la paz de tus palabras
o la infinidad de tu sonrisa,
son los besos que más valen
tan solo por ser esclavos
y tu libertadora.

Poema 59


Callado y lejano
plagado de timidez
de tu esencia tan pura
llega ese beso
parco y dulce
pero tan perfecto
como tu belleza misma.

Sombrío y calmo
agazapado en el miedo
llega impertérrito
tu perfume de ángel
que se mezcla en mi sangre
que recorre mis venas
que llena mi alma de miel.

Toda magia irreal
todo sentimiento eterno
profundo del alma errante
naufraga en tus ojos
se ahoga en tu perfume
y resucita en tus besos
que valen más por mi robo
que por tu entrega.

martes, 1 de mayo de 2012

Poema 58


Aunque el sol se oscurezca
aunque el mar calle
y la lluvia ya no sea suave
Aunque el mundo se detuviese
y las estrellas ya no brillaran
mi mundo seguirá intacto
porque está en tus ojos
porque está en tu belleza.

Aunque el viento deje
            de quemarnos
y la noche se vuelva eterna
y todo lo bueno y dulce     
se vuelva hiel o desconocido
aunque las luces se apaguen
mi mundo seguirá intacto
porque está en tu sonrisa
y en tu forma de existir
que me eleva y amordaza
que me deja sin aire y sin sueño