jueves, 26 de abril de 2012

El fulano y yo


Aquel fulano hubiese dado
todo su imperio
por los ojos de aquella mengana.

Hubiere entregado su alma
por ver su belleza
tan cerca de él
como para que no pueda rehuir
de un beso prisionero.

Hubiera dado sus ojos
por tener de sus manos
la flaca o tibia caricia,
porque aun siquiera
sin conocerla
sabe que en ella
un tesoro aguarda
una blanca fortaleza
de lirismo infinito
de música desenfrenada
lo llaman.

Hubiera dado sus sueños
y mucho más tal vez
por entender esto
que es mucho más
que vana simpleza.

Y yo miro mi reflejo
y veo a aquel tonto fulano
en el argento espejo
y rememoro a la mengana
que me tiene atontado.

lunes, 16 de abril de 2012

Poema 57

Este dolor aciago
esta muerte inconclusa
esta sed que corre
briosa y nefasta por mi sangre.
Tanta soledad y tanto vacío
y mis noches son
muertes vividas
en sueños que no son míos
sino que son de ella
o de aquel, a quien jamás conoceré.
Flores secas
arrancadas por el viento
que se lamenta entre mis dedos
que se escurre por mis sueños.

Este sufrimiento sonante
arcanas melodías infernales
que escuecen mis huesos
empañan mis ojos y
turban mi caminar,
ya no sé si es mi dolor
el tuyo, el de ella
o el de todos.
Acaparo sobre mis hombros
el peso del mundo entero
Gran Atlas, líbrame de tu carga
hazme libre, te imploro.

viernes, 13 de abril de 2012

Sin título

Tersa muchacha
de labios tristes
de sueños gráciles
y párpado errantes.

Hermosa niña
de amores aturdidos
de alegrías alicaídas
prestame tus sueños
para darte los míos,
reposa en mis alas
y duerme en el nepente
de la noche oscura.

Silente ángel
de noches convulsas
y besos tormentosos,
quitate la amargura
y esconde esas lágrimas
que el sol
tu sonrisa
hará brillar.

Reí, por lo hermosa que sos
reí, por las penas pasadas.
Reí, porque la noche
es aun más negra
antes del tibio amanecer.
Reí, porque te levantarás
más bella y hermosa de esta caída.

domingo, 8 de abril de 2012

Poema 55

Algunos días el peso del mundo
es roca en mis bolsillos
los dolores ajenos son grilletes
en mis flacos tobillos.
Algunos días el sol es parco
es una triste bola de luz
en lo alto de un firmamento muerto;
es un invierno arrasador
que entristece mis más pueriles sueños
que enferma las más puras ideas
Algunos días quisiera el abrazo del mar
que me lleve a su tierno seno
y me de el sueño de mil noches serenas,
que me de la paz de mil días lluviosos.
Algunos días las voces de los de abajo
y de los de arriba
me inundan de fuego la cabeza.
Otros días hablo con vos
y sufro menos.

Poema 54

Quisiera darte mi piel
cada centímetro de mi ser
para que haga con ellos
lo que tu locura quiera.
Quisiera darte mis ojos
para que los ilumines
con los colores de los tuyos
o para que los enceguezcas
con la luz de tu sonrisa.
Quisiera darte mi sangre
para que escribas en tu piel
mil canciones de amor
mil sonetos de pasión.
Quisiera darte mis manos
para que moldees tus mundos
a tu gusto y creencia
y me dejes vivir en ellos
con mis amores y dolencias.
Quisiera darte mis sueños
para tus noches de desvelo
y tus días de sosiego.
Quisiera darte mis pies
para que camines mis caminos
y que por fin
la ventura tu cuerpo traiga
a mi lado
donde te estaré esperando
para darte todo lo que tengo. 

viernes, 6 de abril de 2012

Poema 53

Lo mío fue
escuchar tus idilios
hasta derrumbarme
en mis cenizas.

Lo mío fue
darte mi tiempo
creyendo que me
querías.

Lo mío fue
lamentar tus lágrimas
en la amarga penumbra
de un buen amigo.

Lo mío fue
estar siempre
y brindar la mano
darte el cuchillo
para mis heridas,
darle la mejilla
para las bofetadas.

Lo mío fue
un ruego al cielo
una caricia ofrecida
en la eternidad
un sol a tu temporal.

Lo mío fue
lo oculto
lo que nunca vistes.

lunes, 2 de abril de 2012

Poema 52

Anoche soñé un sueño
tierno sueño del alma mía,
soñé que del cielo venías
a poner luz a mis sueños.

Que de tu boca un beso corría
presto y ágil a la boca mía
y que tus manos acariciaban
esta fiel sombra
     por tus ojos desvelada.

Anoche soñé un sueño
dulce sueño del alma mía
soñé que en mis brazos dormías
lástima me da que todo sean mentiras.

Atlas

Siento el peso del mundo
sobre mis hombros
son las culpas y los engaños
los excesos y sus defectos.

Y mis brazos no caen.

Siento las injurias y las burlas
las almas mártires sufriendo
las heridas escociendo
y yo, gran Atlas, muriendo.

Y mis brazos no caen.

El mundo gira sobre mis hombros
y lentamente mi mundo se va deteniendo
para mirar tus ojos lejanos
encallados en la soledad muerta.

Y mis brazos tiemblan.