lunes, 8 de diciembre de 2014

Palabras

¿Qué es el amor?
¿Qué es la moral,
la justicia, la pasión,
la alegría o el honor?
El amor es un engaño
una religión donde deificamos
la imperfección.
La moral una cadena
que ata pero promete liberar.
La alegría una palabra
llena de sonrisas
carente de sentidos.
La pasión es la fuerza
ineludible que guía el andar.
El honor es aire,
revestido de dones
de títulos nobiliarios.
¿Pero qué es todo?
Todo son palabras,
todo es un vaso vacío,
todo es soledad llena de nada.

Palabras, palabras, palabras.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Poema para ser leído hoy.

La Rueda demencial giró,
giró como siempre,
giró como nunca.
Hoy alguien rió
pero alguien lloró.
Hoy alguien nació
y otro murió.
Alguien encontró lo perdido
y otro perdió lo encontrado.
Hoy un abrazo no llegó
y también hoy llegaron muchos.
Hoy la respuesta se demoró
y quizás jamás llegó.
Pero hoy también
alguien quedó pasmado
por la noticia que le había llegado.
Hoy una abuela mima a su nieto
y un nieto llora a su abuela.
Hoy una madre abraza a un hijo
y hoy un hijo llora por el calor materno.
Hoy alguien se excedió
y alguien se contuvo.
Ambos fracasaron.
Hoy un maestro castigó
y otro felicitó.
Hoy alguien comió por enésima vez
mientras otro ayunó.
Hoy la Rueda tuvo arriba a unos
y a otros les pasó por encima.
Hoy se enamoraron
otros se enfadaron.
Se besaron, se distanciaron,
se perdonaron o juraron venganza.  
Hoy el mundo giró y giró
pero también se detuvo en un beso tierno.

La Rueda gira incesante, despiadada
hoy da, mañana quita.
Hoy promete, mañana falla.
Pero cada vez que leas esto,
cada vez que te sientas mal,
recordá que ya vas a sentirte mejor.
Porque la Rueda benevolente,

jamás deja de girar. 

domingo, 9 de noviembre de 2014

Tiempo. Lugar. Ser.

Yo soy ahora y soy acá.
Yo soy esto y nada más.
Pero también fui ayer
y fui allí.
Y mañana creo que seré
y seré por allá.
Soy en tantos espacios
como mundos
como tiempos
como seres.
Soy un sueño quizás
habitante de mil mentes o más,
boceto inacabado
de un pincel divino.
¿Qué pasa cuando soy?
¿Qué mueve mi ser
por el tiempo
por el espacio?
¿Puede acaso mi amor
sobrevivirme
durante los siglos de los siglos?
¿Puede acaso mi mente
perdurar perenne

arraigada al Árbol de la Vida?

miércoles, 1 de octubre de 2014

Te escribo

Te escribo te escribo
te escribo como el reo a la horca
como herido a la daga mordaz.

Te escribo porque no hay de otra
porque escribiéndote te acerco
y disipo ese abismo. 

Te escribo otra vez
y otra y otra
y tantas veces juré no hacerlo.

Te escribo como Mosca
enamorado de una araña,
Te escribo te escribo
porque me suicido en cada letra.

Mío / Tuyo

Mis manos son para acariciar
las tuyas para matar.
Mis labios son para besar
los tuyos para escupir.

Mis abrazos para contener
y de los tuyos ya ni hay
Mis ojos para buscarte
los tuyos para esquivarme.

Y si es así, me pregunto
¿Qué manía tan obstinada
me devuelve como el mar a vos?

Somos como un amanecer a medianoche
o como flor muerta en plena primavera:
la perfecta imposibilidad hecha verdad.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Un sueño

Qué nos pasó
qué le pasó a tu sueño
a mi sueño
a nuestro sueño
Qué le pasó al Edén
al ruiseñor al sol.
Qué le ha pasado
al mundo mío
y tan tuyo
y nada nuestro

Qué le pasan a los sueños
sueños muertos
sueños que no caminan
sueños de amor cuadripléjico.

Qué carajo le pasó a mi sueño
si soñé con ser libre
si soñé con tenerte
y hoy si te tengo
soy preso tuyo
y si soy libre

te aparto de mi lado.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Lo que sé

Sé que hay un no detrás de todo
que lo vas a largar tarde o temprano.
No lo sé por adivino
lo sé por experimentado
                        ¿Pero qué más da? Acostumbrado a un no
                        ¿Por qué no ir tras el sí?

Sé que hay un no acurrucado en tus dedos
que lo vas a teclear tarde o temprano,
            Ya lo hiciste tantas veces
            que uno ya sabe anticiparlo.
                        Y por cada no
                        el corazón se me parte un poco más.

Pero si mi corazón
desde un principio fue tuyo
¿Qué más da que se rompa
un poco más por vos?
            Sé que, en soledad
            voy a volver a enmendarlo.

Y sin embargo me vuelvo a arriesgar
sabiendo que hay un no por respuesta.

lunes, 22 de septiembre de 2014

El mensaje que no llegó

Hay cosas que se esperan
con amarga resignación
aunque se sabe que no llegan.
No era nada, era una ilusión
un sueño o quizás
el sueño de un sueño.
Tantas veces juré
no volver a escribirte
tantas veces (te) lloré
y sin embargo acá estoy
en los últimos nueve minutos
de mi duodécima primavera
esperando tu mensaje.
Miro mi alma, más vieja que yo
y sé que ese mensaje
jamás va a llegar
pero sin embargo lo espero
por idiota y porque mi amor
siempre fue eso:
la idiota resignación
de un imposible que

jamás se cumplió.

martes, 16 de septiembre de 2014

Pandemónium

Y ahí estás, otra vez
adornada con mis sueños
vestida con mis aficiones.
Y ahí estás, otra vez
con todos tus demonios
y todos mis ángeles.
Y mi luna se esconde
al tibio rayo de tu sol
en un vulgar caos.
Y viniste hasta acá
sin saber qué decir
y un caos en mi alma creaste.
Y es en esa voz en la que vivo
en esos ojos en los que muero,
tus besos en los que resucito.
Y sos palabra lábil
sendero cambiante
un arma de doble filo.
Y sos aquello Infinito
sos todos tus ángeles
sos todos mis demonio.
Y sos pandemónium.


martes, 2 de septiembre de 2014

Fracaso

Fracaso.
Sentir el fracaso.
Probar el fracaso.
Paladearse en el fracaso.

Escupir el fracaso.
Escupir(me)

Errar el gol,
fallar con la pluma.
Beso esquivo,
corazón desgarrado.

Fracaso.

Creer, pensar, imaginar, soñar, esperar, rezar,
seguir soñando
mientras se ve a la realidad
esquivar tu mano
mientras te veo
esquivar mi abrazo.

Y ver el fracaso.
Y ser el fracaso.

Y mientras fracaso,
sigo esperanzado,
sigo esperando(te)
a que esta vez
no
me

esquives.

viernes, 15 de agosto de 2014

A la espera de las horas

A la espera de las horas
esas horas que no llegan
he partido mil veces
en mente y no en cuerpo
a costas lejanas.
He partido como barco de invierno
he partido como blanco barco
a tierras imperecederas
y lo hice con miedo.
Y las horas pasan, y son barcos
barcos blancos que viajan sin puerto
así las horas pasan.
¿A dónde iremos a parar
en este mal turbio?
            ¿A dónde?
Horas náufragas, que se aferran a vos
a mí
al mundo
a nuestro mundo
horas que bordan arrugas, recuerdos
horas que tallan horas en nuestra vida.

Cada hora parte un barco
y a cada hora muere un poco más mi cuerpo.
Son inexorables los viajes

es inexorable el paso del tiempo.

miércoles, 18 de junio de 2014

-me

-Basta ver, el reflejo
de tus ojos en los míos.-


Pensarme
calmarme
callarme
intranquilizarme
lentificarme
medirme
perderme
            en tus ojos.

Verme
saberme
conocerme
arrebatarme
arrojarme
arriesgarme
jugarme
            un beso.

Alegrarme
            a cada instante.

¿Cuántas veces
un mero yo
es dirigido

a un gran vos?

Garganta concurrida

-Voces nuevas, presentes,
futuras, pasadas, que van retorciendo
 palabras de amor.-
En mi garganta resuena
una voz de niño
que llora por un juguete
que jamás te volvió a ver.

En mi garganta resuena
la adolescencia equidistante
entre lo que fui
y lo que soy.

En mi garganta resuena
un recuerdo
que tergiversa mis pasos
que confunde mis ojos.

En mi garganta resuena
un voz tersa
voz de sueños, voz tan tuya
         ahora tan mía
que me da calma.

En mi garganta resuenan
tantas voces
y dudo

         (dudo tantas veces)

tantas
de cuál de ellas es mía
y si todas ellas
son todas mías
me pregunto

         (me pregunto tantas veces)

tantas
cuál de ellas es
la que grita te quiero.

jueves, 10 de abril de 2014

Soñaré

Te sueño y te recreo.
Recuerdo y te recreo.
Vivo y te recreo.

Es lo bello 
de jugar a ser Dios:
poder deshacer mi mente
y reconstruir tu cuerpo
aunque sea en el efímero
    instante
de un corto sueño.

Si recuerdo tu beso
si recuerdo tu aroma
si evoco tus caricias
y toda su parsimonia
puedo volver a tenerte
acá, junto a mí
sin que te vayas nunca
sin que el tiempo exista.

Si hago ese ritual
puedo apretar tu cuerpo junto al mío
por toda la eternidad
y jamás morir
y en tu sonrisa calma
poder llegar a vivir.

lunes, 24 de marzo de 2014

En otoño te quiero

Te quiero cuando callo
te quiero en silencio
callada en un beso
apretada en las hojas
Te quiero al mirarte,
cuando ellas caen
en cobrizo otoño.

Te quiero, hasta quebrarme el alma
te quiero mía y del otoño
Quiero que su aire te bese
te peine
te quiera.

Te quiero en mis pasos
en mis sombras y mis anhelos.
Te quiero al besarte
cuando el frío cobija los sueños.

Quiero tu aroma en mi almohada
tu mano en mi piel
tus labios en mi alma
tus sueños en mis manos.
Quiero tanto todo lo tuyo
y de tanto quererte

el otoño se vuelve primavera.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Errante

Caminar errando
sin saber a dónde tus pies van.
Caminos herrumbrosos, añejos,
pisados, maltrechos.
Caminos que son sólo de ida
que nada te devuelven
y todo se llevan.

Odio esos caminos.

Esos caminos que sustraen
viven disfrazados
y prometen mucho
pero cumplen poco.

Llaman a tus pies,
como las sirenas
al marino.
Y te prometen mucho
si les das mucho.
Y das más de lo que tenés
y te quedás sin nada
y nada te devuelven.

Odio esos caminos.
Pero vago errante en mis huellas
que alguna vez tracé ahí.

Odio esos caminos.
Odio mis huellas.

viernes, 28 de febrero de 2014

El visitante.

El reloj de la pared marcó un suave clack, cuando sus dos agujas taparon el número doce. La lluvia no amainaba, y eso lo impacientaba.  ¿Y si tuvo un accidente? –Pensó- Nunca llega tan tarde, a las diez ya suele estar acá.
 El repiqueteo en los cristales lo impacientaba más. Su casa no era ni muy grande, ni muy pequeña: era lo justo para una pareja joven y sin preocupaciones. Caminaba de su cuarto al living. Miraba su reloj pulsera y el de la pared simultáneamente, esperando que alguno de los dos le dijese que todavía eran las nueve y media.
El sonido tibio y eléctrico de la televisión fue eclipsado por un trueno, que agitó las entrañas del joven. Sentado en la mesa del comedor, con las manos entrelazadas sobre la mesa, imaginaba cataclismos que atentaban contra la vida de su novia.
El sonido de una llave impaciente, bailando en la cerradura, le llegó casi imperceptible desde la sala de estar. Una alegría inefable tomó por sorpresa su corazón, y movido por ella, llegó casi corriendo a la puerta. Sus ojos rebozaban de alegría.
La puerta no se abrió: el sonido había sido imaginado. No, no podía ser ¡Lo había escuchado! No. Su amor no. No podía tener el mismo destino que…
Distintas imágenes, de un velorio doble, con ataúdes cerrados, él y sus dos hermanos impertérritos, llegaron en tropel a su mente. Tanto dolor innecesario, tantas muertes evitables. ¿Evitables? –Se cuestionó- ¿Existe manera de evitar la muerte?
Aún seguía allí, de pie frente a la puerta blanca de entrada. La pintura en ella empezaba a descascararse, formando pequeñas burbujas, entre la gruesa madera y el albo látex, y acabando por caer en girones al suelo, que ella había barrido aquella mañana.
Un suspiro, helado, le llegó lejano desde alguna parte de la casa. Un frío, un gélido escalofrío, a decir verdad, le recorrió la médula. Pero su vista no se apartó de la puerta blanca.
Un trueno desgarrador, el sonido metálico del rayo, y esa luminosidad tan fantasmal iluminaron la habitación. Se movió, casi que le costó hacerlo: sus pies parecían haberse enraizado en el parqué. El miedo seguía recorriéndole la sangre.
Con lentitud fijó sus ojos en los sillones anaranjados, que daban algo de vivacidad al salón. Incluso, podría llegar a ser, que le dieran un aspecto veraniego a la habitación si no fuera por aquel papel, que ella había elegido algunos años atrás, con sus hojas doradas y marrones, dividiendo la pared en dos colores: beige arriba y mostaza abajo. Había dos sillones en el cuarto de estar: el primero, era de un cuerpo, mullido y bastante cómodo; el segundo, y más grande, era el sillón de tres cuerpos, posicionado frente a la puerta de entrada. Pensó que sería mejor sentarse allí, frente a la puerta, para verla llegar, abrazarla y besarla, devolverle el amor que no pudo darle en esas casi tres horas de retraso.

El viento silbó entre las rejas de la ventana. Aquel gemido, invernal, boreal, era más bien el quejido de un niño, un bebé indefenso, sufriente de dolores indecibles por boca humana. Pero la boca, que volvió a dejar escapar un suspiro desde el comedor, no era humana.

lunes, 17 de febrero de 2014

Imposible

Imposible es que haya muerto
pero siga vivo
que se me atore el aire
y trastabillen mis palabras.
Imposible es que después de tanto
no quede nada.
Imposible es que el tiempo se estanque
mientras no están tus manos,
que el día sea radiante
y yo lo vea parco
si no te tengo conmigo.
Eso es imposible, 
un milagro, dirían algunos
que aún me tiemble el pecho
y se iluminen mis ojos
cuando me llegan tus palabras.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Angustia

Siento angustia, otra vez.

La noche me abraza, me habla
me dice que ya no te espere
que ya no te disculpe.
Me aburren tus juegos
pero si me alejo me quedo solo
y temo estar solo.

Me temo. Me temo solo.
Sólo me temo.

Me cansé de tu alma infantil
de tus besos desabridos
y tus manos ya no me consuelan.
No pudiste sacarme la noche, 
que sigue escarbando en mí.

Ahora vete. No quiero más nada
menos de vos.
Sólo quiero a mi angustia
y mis temores.

lunes, 27 de enero de 2014

La sombra acechante

Hay, en mi voz, perdida en tus ojos
una sombra
tan negra, tan vacía.
Me dije mil veces no volverte a escribir
y acá estoy, llorándote letras
pensando qué estarás haciendo.
Juré, en noches frías de tu ausencia,
no volver a caer en tu sonrisa.
Pero el recuerdo, como un mar embravecido
me lleva una y otra vez a tu lecho
a tus manos
a vos.
No encuentro ni quiero encontrar
motivos para seguir
si vos sos, y tan solo sos,
una sombra que asecha mis pasos
si sos el recuerdo
del recuerdo
del recuerdo.

Y ahora sigo aquí,
ebrio de dolores que no sé calmar.
Pensando qué será de vos
y si volverá a haber un nosotros.
Me calmo.
Sigo.
Y veo al cuervo, al que le pregunto
si volverá a haber un nosotros
y tan solo me dice “Nunca más”.

El cuervo se vuelve una sombra.
Tu voz se vuelve una sombra.
Tus manos se vuelven sombra.
Tu esencia, tus reproches, tus angustias
tus histerias, tus lágrimas vertidas…
todo se vuelve sombra.


Y la sombra me acecha.