las tuyas para matar.
Mis labios son para besar
los tuyos para escupir.
Mis abrazos para contener
y de los tuyos ya ni hay
Mis ojos para buscarte
los tuyos para esquivarme.
Y si es así, me pregunto
¿Qué manía tan obstinada
me devuelve como el mar a vos?
Somos como un amanecer a medianoche
o como flor muerta en plena primavera:
la perfecta imposibilidad hecha verdad.
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