"-¿Y qué pasa si uno no se muere? ¿Y qué muere si uno no pasa?"
El hombre del antifaz azul
A. Pizarnik
Juego con las palabras
mientras ellas juegan conmigo
juegan a las escondidas y a la mancha,
a confundirme y a jugarme.
Las palabras escondidas que juegan
que manchan tu olvido con luz
que ya no es luz sino juego de sombras.
Pero tampoco son sombras sino luz
o juego de manchas escondidas
que están en mí o en las palabras,
palabras donde siempre encuentro luz
y tu sombra.
A Dios gracias supe decir
"Adiós, gracias".
Porque si no te daba las gracias
seguirías aquí, como Dios
y sus gracias y lo que sabe decir.
Porque si no te decía adiós
seguirías aquí, ausente, como Dios
que sólo da sus gracias
a quien sabe decir
adiós y gracias.
¿Y qué pasa si no morimos?
¿Y qué muere si no pasamos?
Si no morimos pasa todo
y nada muere si no pasamos.
Quizás estemos de pasada
en este juego de palabras,
que son gracias de un Dios negado,
que juega a las escondidas conmigo
y ya no es ni luz ni sombra
sino una mancha
una mancha en un juego.
Un juego de palabras
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