viernes, 13 de diciembre de 2013

Ausencia de mí

No tengo nada
y es porque lo tengo todo:
el cariño de algunos amigos,
una libreta firmada
certificado de mi estudio,
alguna chica con la cual reír...
y me siento tan vacío.
Tengo todo pero no me tengo a mí.

Me extraño de pequeño, 
con mi padre,
con mi abuelo.
Me extraño frente 
a un juego de ajedrez.

Y lo único que quiero es llorar,
es sentir el viento en mi cara
y que alguna voz me diga que 
todo marcha bien,
que no me preocupe,
que realmente merezco lo que tengo.

Y lo único que quiero es abrazarme
y disculparme por mis errores
perdonarme por mis retrasos y adelantos
por mis destiempos y mis "justo a tiempo".
Quiero sentir el olor a tilo
a agua de azahar
que alguna vez tanta paz trajeron a mi ser.

No tengo nada
porque me perdí
sin norte ni estrella
me perdí
solitario y alejándome
cada vez más
de la gente y de lo que me hacía bien.

Ya no queda nada.


Quizás nunca lo hubo.

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