martes, 15 de noviembre de 2011

Carta perdida


A M. V. con todo el amor
Y la honestidad que tengo
Convivo con la bella coincidencia de compartir el mundo con usted. De poder ver esa luz que escapa de las flores de sus ojos, de escuchar su respiración en mi oído, de sentir su palpitar.
Convivo con la bella suerte, esa coincidente suerte, de que usted se haya metido en mi vida, a fuerza de besos, abrazos y cariño. Casualmente, me ha elegido, para intentar hacerla feliz, para que me esfuerce en ser mejor.
Y es tan mágica esta casualidad de que mis ojos se hayan cansado de tanto llorar y ahora miren algo tan hermoso. Es una casualidad que no me explico, y que me rehúso a explicarme, porque le quitaría el encanto de esas cosas que se desconocen pero se aprecian.
Casualmente, nuestros caminos tuvieron la curiosa eventualidad de entrelazarse. Casualmente, también, jamás me había encontrado tan a gusto conmigo mismo y mis imperfecciones, con mi conciencia y mi mente.
Casualmente, jamás había estado tan feliz.

J. I.

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