miércoles, 20 de junio de 2012

Infinito


A  Camila

Siento al tiempo detener.
Tu mirada suspendida
en un segundo preciso
            e infinito.
Tu mano, amiga,
lejana y altiva,
se aferra a mis sueños
a mis pasados y mis miedos.

Y callás.

Y hasta Dios esconde
sus manos
que a esta altura
son muñones.

Y hasta vos volteás
tus ojos
y rehúyes de mi abrazo.
Y me abandonás.

Y hablás.

Pero no decís nada.
Porque no hay palabra
que sea agua
que sea comida.
Porque solo hay desierto
solo hay hambre.

Y el silencio crece,
en un infinito,
un mudo infinito.

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