viernes, 16 de agosto de 2013

Ave pasajera

Admite que mis idas y tus vueltas
nuestros adioses y bienvenidas
no dejarán de gustarte.

Que cada vez que parto
esperas mi regreso
pero jamás olvides
que soy ave de paso.

Admite que son mis palabras
las que te hacen sonreír
que es mi demencia
lo que más te hace reír.

Admite que el sol no tiene comparación
con el calor de mi voz
acariciando tu cuello.
Mis poemas retozando por tu vientre
y cien canciones desenfrenadas
en esos ruidos que haces al amar.

Pero admite
que cada vez que parto
esperas atenta mi regreso
pero jamás olvides
que ave de paso soy.

Si pudieras admitir
que toco cada hebra de tu cuerpo
que acaricio cada centímetro de tu ser
incluso cuando no estoy...
si pudieras admitirlo,
me amarías.

Y si me amases
ya no me importarías.
Y me iría
y esperarías mi regreso
el cual sería pronto
porque soy ave de paso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario