lunes, 19 de agosto de 2013

Condicional simple.

Elaboro la condición
de no ser quien quisiera ser
y son muchos los condicionantes
simples y complejos
que acompañan mi agonía.

Te estaría extrañando
si realmente quisiera tu presencia
pero lo que realmente quiero
es el recuerdo.
Te recordaría
pero tu recuerdo me lastima
aun más
que los cigarrillos
que fumarías
para poder olvidarme.
Fumaría
pero los cigarros me harían
extrañarte aun más.
Me emborracharía
pero perdido
te llamaría.
Y me colgarías
y sería un harapo
o mejor dicho
otro harapo.
Te lloraría, te amaría, te olvidaría
pero ya te olvidé
y eso me hizo recordarte,
entonces te lloré
y nuevamente te amé
para volverte a olvidar
y amarte por siempre
en esos recuerdos
que ya no recordás
pero que dejaron marcas
en el fondo de tu ser.

Y así fue eterno mi suplicio
en un perfecto círculo 
de imperfectos vicios
interminable 
donde cada olvido
me traería un nuevo recuerdo
destinado a volver a morir
y resucitar en otro recuerdo
aun más doloroso que el anterior.

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