Cuando el sol muera
y el día avance
y el viento sea gélido
no extiendas tu mano
no busques mi sombra
porque la sombra
en la sombra muere
y la noche ya se asoma.
Perdida y rencontrada
en tus ciclos, en tus miedos.
Tus sueños perdidos
errantes.
Y la noche, que aun no nace
y el ciclo, que no comienza
o ya comenzó,
pero que jamás termina.
Y la noche avanza
y los recuerdos nos torturan
porque compartimos la pena
de tener atadas las memorias.
El sueño escapa
y llega la muerte
callada y sigilosa
recorriéndonos el vientre,
borrando los latidos
los besos perdidos.
Y el sol nace
y los miedos mueren
un ciclo sin fin.
Mientras el sol viva
nuestras vidas viven
ocupados y ataviados
olvidando el edén
pero todo día
tiene noche
y toda noche tiene recuerdos.
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