lunes, 30 de septiembre de 2013

Sin frío

La cara congelada.
Las manos entumecidas.
Los pies helados.
Pero el corazón en llamas.

Un invierno que se extendió
sobre la primavera.
Un invierno que no se decide
a acabar.

El viento me golpea.
La lluvia me golpea.
La noche me aplasta.
Pero llegaste vos
y tus palabras,
tan bellas,
tan simples,
como si fueran mías
pero que nacen de tu boca.

Pero llegaste vos
y diste muerte al invierno.

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