Vuelve el Otoño
con sus brazos de cobre
sus hojas mustias
y sus gélidos abandonos.
Vuelve con sus piernas
de seductoras primaveras muertas
de sus frías flores marchitas
y sus lágrimas henchidas de soledad.
Con sus manos de añil
dibuja en mi tersa piel
los ausentes capullos del amor
y a aquellos sueños parcos
que murieron en verano.
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