miércoles, 21 de diciembre de 2011

Sálvame


Sálvame
sálvame que un infierno
se agita incesante en mi pecho
que el dolor de no tenerte
me va consumiendo poco a poco
que el dolor de no tenerte
me deja pétreo y silente.

Sálvame
de tu mirada en los astros
de tu presencia en todos lados
sálvame, por favor
del miedo que tengo
a defraudarte

Sálvame del tormento
de voces y remolinos
de sombras y penas
que acechan mi noche
y mi sueño

Sálvame de esta pena
por no tenerte a mi lado
cuando te necesito
cuando te necesito.
Jamás sentí tanto tu ausencia
que ahora que tu presencia
es tan mal remplazada.

Sálvame de tu pelo
de tu rostro y de tu voz,
de ese remolino de tu barba
que es condena y espejo.
Sálvame, que soy un vástago frágil
que no podré ser jamás
tu reflejo.

Sálvame con tu voz,
con tu abrazo, con tu calor.
Sálvame de mi existencia
que es tu ausencia
y es mi dolor.
Sálvame, y quítame el peso
de no ser quien fuiste
de no rozar tu sombra,
y tu recuerdo.
Sálvame, si me amaste
sálvame de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario