miércoles, 1 de febrero de 2012

Poema 31


Hagamos un pacto
que mañana sea
el primer día
del resto de tu vida.
Que mañana reverberen
los colores del arco iris
en tu cabello de seda.
Que el mar vista de añil
las pálidas penas de amor,
que Dios al fin te vea
jugar y reír y llorar y reír.
Hagamos un pacto
que mañana sea
el primer día
del resto de tu vida.
Que la primavera explote
en tus ojos de almendra
en tus labios de nácar
en tu piel de cerámica.
Que mañana te brille el sol
            aunque llueva
que mañana sonrías
            aunque llueva.
Hagamos un pacto
que mañana sea
el primer día
del resto de tu vida.

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