martes, 4 de octubre de 2011

Soliloquio Obligado


 Nuevamente me tomaré el atrevimiento
de pedirle dos cosas a quienes lean:
Ruégoles leer entre líneas
y caer en aquél viejo refrán
"A quien el saco le quede
que se lo quede"
E. Nygma

Si yo fuera usted, sonreiría más a menudo, porque el mundo es hermoso, y más cuando está usted en él.
            Si yo fuera usted, sería más optimista y un poco menos trágico,  porque me daría cuenta de lo que tengo y la suerte de perder lo que se perdió.
            Si yo fuera usted me atrevería a soñar y le imprimiría colores y tintes rojos y verdes a su vida y sueños.
            Si yo fuera usted le daría más muestras de cariño a los que me rodean, porque hay veces que ellos necesitan recordar que son queridos.
            Si yo fuera usted, desearía ser yo, porque no soportaría la idea de ser un nuevo Narciso.
            Si yo fuera, lo que no soy, y usted fuera solo un leve atisbo de lo que soy ahora, seguro estoy que las cosas serían distintas.
            En fin, si yo fuera usted, no sabría  bien qué hacer, porque con suerte sé ser yo mismo. Lo único que sé  es que si yo fuera usted  trataría de hacerla feliz.

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