Llueve. Hace frío. Y no tengo de tus abrazos.
Si no te tengo, el tiempo hace escala en la soledad.
Si no te tengo, el viento llora a gritos. Ambos compartimos su dolor.
Si no te tengo, mi amor es tan solo un sentimiento absurdo.
Si no te tengo, mi amada Mengana.
El cielo y yo lloramos. Quizá la lluvia y el viento puedan ayudarme a olvidar. Mas sé que no.
Sí sé que no te tendré nunca, pero no pierdo las esperanzas de que algún día, por absurdo, por loco, algo suceda. Y quizá solo suceda durante una fracción de segundos. Y quizá solo suceda mientras se me va la vida en ello. Pero no me importará, porque al menos sucedió.
Y no te tengo. Y mis besos no son nada.
No te tengo, mi amiga, mi amada.
Eres simple y perfecta. Eres bella y armoniosa; exacta e inalcanzable.
Pero no te tengo. Y nunca te tendré. No me arriesgaré a... No, no lo haré.
Y juro que te querré por siempre, mientras mi corazón, lata.
Y te querré aun más, mientras no te tenga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario